¡Agua, sabiéndola usar, va a beneficiarse!
- Vininha F. Carvalho
- 18 nov 2017
- 3 Min. de lectura
La sustentabilidad forma parte de la agenda del siglo XXI, es el mayor desafío que la humanidad ha enfrentado. Lo importante, a mi entender, es la comprensión de que el comportamiento de las personas, la economía y los negocios necesitan pasar por grandes transformaciones en las próximas décadas. Para crecer y alcanzar éxito, los emprendedores necesitan estar atentos a la demanda de este nuevo mundo.

Al concebir la sustentabilidad empresarial como un valor, todos los procesos involucrados por la empresa deben funcionar como una simbiosis entre hombre y naturaleza.
Las empresas necesitan avanzar cada vez más en los programas que fortalecen los procedimientos correctos a ser adoptados para evitar la contaminación de los recursos naturales.
El agua, su producción, preservación y protección son temas ambientales de los más importantes en los días de hoy. El concepto de responsabilidad social de las empresas es actual e imprescindible, además de la ética y la preocupación social del empleo, ahora también llama la atención el uso racional de agua y tratamiento de residuos.
El desarrollo económico y el aumento del poder adquisitivo de la población son fenómenos que se intensifican día a día, principalmente en las sociedades en desarrollo, con impacto directo en la generación de residuos, y su destino debe ser tratado dentro de un criterio muy bien definido, favoreciendo el reuso.
La calidad del agua influye en la salud, debido al saneamiento básico, la preservación de las especies, la calidad del aire y otros beneficios. Más que una cuestión económica, el uso racional del agua significa la preservación de nuestras reservas naturales.
El gran desafío de las empresas es conseguir encontrar formas sustentables, limpias, inteligentes y eficientes de usar el agua para producir energía, y también de usar la energía para producir agua potable.
Las commodities ambientales son las mercancías originadas de recursos naturales en condiciones sustentables y constituyen los insumos vitales para la empresa.
En Brasil, la Ley Federal nº 9.433, de 8 de enero de 1997, creando la Política Nacional de Recursos Hídricos, atribuyó gran énfasis al agua como mercancía.
Esta ley expresa la preocupación mundial con la escasez progresiva del agua como bien de consumo. Sin el agua no hay vida, no hay cadena productiva. Por eso el ideal de producción sustentable pasa por la educación y concientización que el agua es una preciosidad.
Diversas acciones en favor del mejor uso del agua se han puesto en práctica para el retorno financiero. Pero, se hace necesario invertir en tecnología para garantizar que las generaciones futuras puedan disfrutar de la misma cantidad de agua disponible en el territorio brasileño con calidad.
La comunicación de la sustentabilidad con ética, transparencia y profesionalismo es importante para sumar colaboradores, que pasaran a desarrollar una conciencia crítica en relación a la responsabilidad colectiva y de cómo sus acciones pueden impactar el medio ambiente y la sociedad.
El uso eficiente de agua y tratamiento de residuos, también es una herramienta empresarial de marketing ambiental. Demuestra el comportamiento adecuado de las empresas en la gestión de los impactos que sus actividades tienen en el mantenimiento de la calidad y de la cantidad de ese líquido, que se encuentra a disposición de los ecosistemas y de la sociedad.
Evaluar adecuadamente la escala y el valor de los servicios medioambientales relacionados con el agua, prestados por los diferentes ecosistemas, es una forma de reconocer y justificar la continuidad de estos efectos positivos, así como de compensar y neutralizar eventuales efectos negativos que los negocios puedan tener.
El desafío de desarrollar e implantar una estrategia de marketing ambiental adecuada para neutralizar la huella hídrica de los negocios es una oportunidad para que los servicios ambientales de mantenimiento de la calidad y cantidad del agua, prestados por los ecosistemas, sean reconocidos y remunerados adecuadamente. Esta actividad genera un resultado positivo para la naturaleza, creando un marco para la gestión ambiental de las empresas.
El ideal es crear canales efectivos de comunicación entre los funcionarios y la cúpula de la empresa, firmando un compromiso con la preservación del medio ambiente, eligiendo la mejor correlación entre productos, precios y prácticas empresariales orientadas a la concientización y uso racional del agua.







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